“Por el paseo, a la orilla del mar, había espléndidos árboles, y eran muchos los niños que iban allí con sus niñeras antes del comienzo de la temporada. Por las tardes había conciertos al aire libre…” estas bellas palabras dedicaba Ernest Hemingway a la bahía de la Concha en su libro Fiesta (también sale el sol). Su historia, distinción y belleza han contribuido para que se gane el apelativo de la playa urbana más bonita de Europa. Además, es el alma de la capital de Guipúzcoa.

Hoy recorremos y conocemos los rincones y lugares más emblemáticos de la Concha. Empezamos por la escultura Construcción Vacía (en el paseo Nuevo) hasta el Peine del Viento (a los pies del monte Igueldo). Lo que vendría a ser lo mismo: de Jorge de Oteiza a Eduardo Chillida.

1/ Paseo Nuevo y Jorge de Oteiza
El paseo Nuevo es la frontera entre el Cantábrico y el Monte Urgull. Esta ronda peatonal empieza a escasos metros del museo de San Telmo (en la parte vieja de San Sebastián). Desde este punto, siempre que el tiempo y las olas lo permitan, comienza un agradable paseo bordeando el Urgull hasta llegar a la escultura Construcción Vacía de Jorge de Oteiza.

Esta enorme escultura de hierro fue adquirida por el ayuntamiento de San Sebastián en 2002. Pero fue realizada por el escultor guipuzcoano para la Bienal de Sao Paolo en el 1957.

Bajo la atenta presencia de esta escultura se tiene la primera vista al interior de la bahía de la Concha. Justamente en el otro extremo de la Concha está la escultura el Peine del Viento de Eduardo Chillida. Se puede decir que esculturas de dos grandes artistas guipuzcoanos franquean la Concha.
2/ La Concha, herencia de la Belle Époque
La bahía de la Concha es la huella de una época esplendorosa. En ella encontramos edificios emblemáticos de finales del siglo XIX y principios del XX. Uno de los primeros edificios que localizamos de este periodo es el actual Ayuntamiento de la ciudad. En sus inicios fue el Gran Casino de San Sebastián, y su diseño es una réplica del casino de Mónaco.

Siguiendo el paseo junto a la icónica barandilla de la Concha, llegamos a otro edificio histórico. Se trata del hotel de Londres y de Inglaterra. En él se han hospedado Toulouse-Lautrec, Orson Welles, Charles Chaplin, la espía alemana Mata Hari y algún Príncipe de Gales. Este hotel podría servir de inspiración para más de una novela.

3/ Balneario de la Perla
Como cualquier buena “concha”, ésta tiene su peculiar perla. En este caso, se trata de un conjunto balneario de principios del siglo XX. Situado en una ubicación privilegiada, en pleno corazón de la Concha, es toda una referencia en Europa.

El lugar que era frecuentado por la aristocracia del momento, ahora es un centro de salud, belleza y gastronomía… asequible para todos los bolsillos. Podéis encontrar toda la información de entradas y horarios en su página web.

4/ Balcón del Bicentenario
Este mirador a modo de terraza saliente sobre la playa también es conocido como “el balcón de la Concha” o “el balcón de Fleming”. En el año 2013, con motivo de los actos conmemorativos a la quema y reconstrucción de San Sebastián a principios del siglo XIX, fue rebautizado como “balcón del Bicentenario”. Es un buen lugar para hacer un alto en el paseo y contemplar las vistas, con la isla de Santa Clara en el corazón de la bahía de la Concha.

El principal inquilino de este balcón es la escultura “Homenaje a Fleming”. Su autor, Eduardo Chillida, dedicó esta obra al científico escocés Alexander Fleming. La escultura forma parte de la gran lista de obras que el artista guipuzcoano homenajeó a personas que admiraba.

5/ Palacio de Miramar
En el centro de la bahía un montículo saliente separa la playa de la Concha y la playa de Ondarreta. Y sobre él, nos encontramos con el palacio de Miramar. Bueno, más bien, el antiguo palacio Real de Miramar.

Fue la residencia de verano de la reina María Cristina de Austria, y hoy en día atrae a turistas y lugareños. El edifico es de estilo inglés y casi siempre suele permanecer cerrado. Pero el acceso a los jardines del palacio es gratuito y prometen unas espléndidas vistas de toda la Concha; sobre todo al atardecer. Sin duda, el palacio de Miramar es una de las paradas imprescindibles en San Sebastián.

6/ Playa de la Ondarreta
Resguardada por el monte Igueldo, la playa de Ondarreta es la segunda playa de la bahía de la Concha. Pese a que suele estar muy concurrida, la Ondarreta nos brinda un ambiente más familiar y juvenil. Sus chiringuitos a pie de arena son todo un atractivo al atardecer.
7/ Peine del Viento
A los pies del monte Igueldo -en la parte más meridional de la bahía de la Concha- encontramos el Peine del Viento. Es la escultura más representativa de Eduardo Chillida.
Para llegar al Peine de los Vientos hay que realizar una corta y agradable caminata por el paseo Eduardo Chillida desde la playa de la Ondarreta. También se puede acceder en coche hasta prácticamente la propia escultura.

Una vez frente a ellas, se descubre la auténtica belleza de este conjunto escultórico realizado en hierro fundido. Están completamente integradas en el paisaje y combinan una simbiosis perfecta entre naturaleza y arte. Las esculturas han sido colocadas de tal manera que parece que emergen de la roca.

Justamente delante de las esculturas hay un géiser urbano. Son unos agujeros en el suelo por el que sale aire a presión y agua vaporizada cuando las olas embisten las rocas. Toda una diversión para pequeños, y no tan pequeños.
8/ Monte Igueldo
Uno no puede irse de San Sebastián sin haber subido al monte Igueldo y admirar sus vistas. Sin duda, las mejores de toda la bahía de la Concha, y de toda la ciudad. El propio trayecto de subir es toda una experiencia. Se puede ascender a la cima del monte en un funicular que lleva en funcionamiento desde el año 1912.

Para acceder al monte Igueldo y a sus miradores se requiere el pago de entrada. Si se asciende en funicular el precio de subir y bajar cuesta 3,75 €/persona. Mientras que, si se sube en coche o a pie cuesta 2,30 €/persona.

Una de las sorpresas que nos aguarda en lo alto del monte Igueldo es su parque de atracciones. ¡Si, has escuchado bien! En la parte más alta de San Sebastián aguarda el paso de los años un parque de atracciones inaugurado en 1912. Entre sus atracciones encontramos una montaña suiza -que no rusa- en funcionamiento desde 1928.
Si queréis leer más sobre el monte Igueldo y todo lo que allí nos espera, os aconsejo el artículo El Monte Igueldo. Las mejores vistas de San Sebastián de Escritora Viajera.

9/ El atardecer, el mejor momento para pasear por la bahía de la Concha
Cuando el cielo se tiñe de tonos ocres y rosáceos sobre San Sebastián, y la sombra de la barandilla de la Concha se alarga, es el momento de admirar una puesta de sol pausada, elegante y única. Contemplar el sol desapareciendo en el infinito Cantábrico, con la Isla de Santa Clara y los montes Urgull e Igueldo como marco de fondo, es uno de las maravillas que te sorprende en San Sebastián.

La icónica barandilla de la Concha nos sirve de hilo conductor para apreciar todos los detalles que hacen de esta bahía un lugar único en el mundo. La elegancia heredada de la Belle Époque, el arte de Chillida y Oteiza, los miradores en lo alto de los montes o las playas urbanas llenas de vida, hacen que la Concha sea la mejor playa urbana de Europa, y de todo el mundo.
