«A todas aquellas personas que perdieron la vida injustamente durante el Holocausto»
La palabra Auschwitz resuena en la cabeza como un estruendo atronador. Jamás pensaba que me costaría tanto escribir sobre uno de los lugares que visito. Y no es por la falta de inspiración, sino por dejar por escrito la visita sobrecogedora que hice a Auschwitz durante mi viaje a Cracovia. La cruda realidad del campo de concentración Auschwitz Birkenau es un episodio de la historia que jamás hubiera tenido que existir. Y que hoy me atrevo a escribir sobre él.

«La fábrica de la muerte» es el apelativo más acertado que se le puede dar a este lugar. El rojizo de los ladrillos es el color predominante en Auschwitz, pero es el negro la tonalidad que refleja su realidad. El color no existe en un lugar tan fatídico.
De los más de 15000 campos de concentración y exterminio que se construyeron durante la Alemania nazi, Auschwitz Birkenau es, históricamente, el más relevante y conocido. Fue el campo con mayor número de prisioneros, víctimas y crímenes; así como el campo con las dimensiones más grandes.

De sus cifras cabría reseñar que, entre los años 1940-1947 los nazis deportaron al campo de concentración Auschwitz 1,300.000 personas. De las cuales eran 1,100.000 judíos, 140.000 polacos no judíos, 23.000 gitanos, 15.000 soviéticos presos de guerra y 25.000 prisioneros de otras etnias. En este campo fallecieron 1,100.000 personas, de las cuales aproximadamente el 90 % fueron judíos. La mayoría de los asesinatos se hacían en las cámaras de gas con Ciclón B.

Campo de concentración Auschwitz I
Tras cruzar el sarcástico letrero de la entrada al campo, “Arbeit macht frei” (se traduce, el trabajo os hace libres), encontramos los pabellones de ladrillo rojo. Hoy en día convertidos en museo donde explica al visitante lo que allí aconteció.
En un principio Auschwitz se construyó con un propósito diferente al exterminio de los judíos. Solamente como campo de trabajo de prisioneros polacos para que fuesen sometidos a trabajos forzados. Pero con la decisión final de exterminar a los judíos, empezó la gran barbarie de la Humanidad. A medida que se van recorriendo los pabellones, vemos lugares repulsivos como el paredón de fusilamiento o el poste en el que se ahorcaban a aquellos que no obedecían las normas del campo.

Después de visitar los barracones, fuimos al lugar más triste de todo el campo: la cámara de gas y crematorio. Muchos pensamos que, en las cámaras de exterminación el gas salía por unas duchas. Y esto es completamente falso. Las duchas existían, pero sólo eran decorativas para confundir a los prisioneros. Ya que, estaban engañados, y se les decía que iban a recibir una ducha para después rencontrarse con sus familiares.
Los botes de ciclón B se echaba por unos agujeros. Y una vez la cámara cerrada, el frasco empezaba a emitir el gas… en cuestión de minutos la gente se asfixiaba y moría. Justamente al lado de la cámara estaba el crematorio. Así los nazis optimizaban todos sus recursos.

Barracones como museo
Los barracones de ladrillo rojo ahora se han convertido en museo y salas de interpretación. Al entrar en ellos, lo primero que percibimos son las nefastas y lamentables condiciones en las que sobrevivían. Las letrinas estaban una al lado de otra sin separación, y las duchas prácticamente eran de muestra, porque sólo había agua una vez al mes.

Recorriendo sus salas vemos los objetos personales que se les requisaba como equipaje, ropa, gafas,… se les despojaban de todas sus pertenencias. Además, cuando entraban se les rapaba el pelo, el cual después era utilizado por los nazis para realizar tejidos.
En los pasillos encontramos imágenes de prisioneros con las fechas de nacimiento, el día que ingresaron en el campo y el día que fueron ejecutados. En uno de esas imágenes encontramos al prisionero nº 18186, Joaquin Corteillo. El único español que figura en los archivos oficiales de Auschwitz que ingresó en el campo (18-07-1941) y fue asesinado (01-09-1942).

Aparte de las tareas de conservación que tienen como museo, realizan funciones de investigación histórica, hacen conferencias y debates, y editan sus propias publicaciones. Se calcula que cada año visitan el campo medio millón de personas aproximadamente. Nos explicaba el guía que para ellos no tienen distinción entre temporada alta y baja. Porque siempre están hasta arriba de visitas.

Campo de concentración Auschwitz II – Birkenau
Tras la solución final acordada en la Conferencia de Wannsee en febrero de 1942, y el colapso de Auschwitz I, los nazis crearon un nuevo campo donde concentrar y asesinar a más judíos. Situado a tres kilómetros del campo de concertación Auschwitz I, levantaron este enorme campo con capacidad para más de 100.000 personas. En Birkenau construyeron más de 300 barracones de madera. Ya que, se tenían que edificar de manera rápida con la única finalidad de matar a los prisioneros.

De Birkenau es conocida su entrada principal, que se le ha rebautizado como la Puerta de la Muerte. La cual es atravesada por las vías del tren que llegan hasta el centro del campo. Ya que, la mayoría de prisioneros eran transportados al campo de concentración en tren.

Si las condiciones en las que vivían los prisioneros en Auschwitz I eran inhumanas, en Birkenau todavía se agudizaban más. Además de daño físico, también se les hacía deterioro psicológico. Por ejemplo, el jefe del campo les decía a los prisioneros recién llegados: “acabáis de llegar a un campo de concentración del que sólo hay una salida, a través de la chimenea del crematorio”.

Con la denominada “solución final a la cuestión judía” en Birkenau instalaron 4 cámaras de gas con capacidad de asesinar a más de 7000 personas al día. Hoy en día la zona de las cámaras de gas y crematorios de Birkenau están en ruinas, ya que, fueron dinamitadas por los nazis antes de terminar la guerra, y así ocultar las pruebas de dicho genocidio.

ENTRADA Y COMO LLEGAR A AUSCHWITZ BIRKENAU
El campo de concentración Auschwitz Birkenau se encuentra a una hora y poco en coche desde Cracovia (a unos 70 kilómetros de distancia). Se puede ir de diferentes maneras: con coche propio (o de alquiler), con bus público o con una excursión organizada.
Si se quiere ir en bus público desde Cracovia, se coge en la estación central de autobuses y sale cada 20 minutos. En el bus pone destino “Oświȩcim”, y la parada es Oświȩcim Museum, dejándote frente a la puerta de Auschwitz I. El bus cuesta 15 zl (unos 15 €). Es la opción más económica.

La entrada para visitar Auschwitz I y Birkenau por cuenta propia es gratuita. Pero es necesario reservar las entradas vía internet a través de su página web. La entrada se requiere para acceder sólo a Auschwitz, ya que, para Birkenau no es necesaria. En la misma web se ofrece la posibilidad de visitar el campo con guía. Esa posibilidad tiene un precio de 60 zl (+/- 15 €) por persona. De abril a octubre te condicionan a visitar el campo con guía, ya que, sacan muy pocas entradas para visitarlo por cuenta propia.
Hay que tener en cuenta que los campos de Auschwitz I y Birkenau no están en el mismo emplazamiento. Birkenau se encuentra a unos 3 – 4 kilómetros de distancia de Auschwitz I. Lo que hacen todos -tanto la gente que va por su cuenta como las visitas organizadas-, es primero ir a Auschwitz I, y luego visitar Birkenau.

Reflexiones del campo de concentración Auschwitz – Birkenau
Tras visitar hace unos años el campo de concentración y exterminio de Dachau (a las afueras de Múnich), tengo que reconocer que el impacto que ha tenido Auschwitz Birkenau en mi no ha sido el mismo. Es cierto que este campo es el más importante en lo que se refiere a rigor histórico. Pero es como todo, la primera vez que se ve una cosa de esta índole te deja perplejo y te impresiona.

Del campo de concentración Auschwitz sorprende la construcción de obra de sus edificaciones. Ya que, la primera impresión no parece que estemos en un lugar donde se acometieron tales atrocidades. Estamos acostumbrados a ver en documentales y películas los barracones de madera de los campos de concentración; pero no imaginamos que al principio los construían de ladrillo. Y fue a raíz de la “decisión final” cuando empezaron a construir los barracones de forma rápida.

El propio campo se ha convertido en un Memorial. Además, en numerosos sitios de Auschwitz Birkenau se han levantado memoriales en recuerdo de aquellas personas que fueron perseguidas y asesinadas durante el Holocausto. Lo que allí aconteció fue terrible y muy duro de asimilar.
El campo de concentración Auschwitz Birkenau fue liberado por el ejercito soviético el 27 de agosto de 1945. Dicha fecha fue escogida por las Naciones Unidas como el Dia Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Auschwitz I tiene una ceremonia solemne frente al paredón de fusilamiento -también conocido como el Paredón de los Caídos-con una ofrenda floral.
Del campo de concentración en Auschwitz se han escrito un gran número de libros que dan testimonio de la barbarie que allí aconteció. De todos, yo aconsejo 6 libros escritos a modo de autobiografía de personas que vivieron en su propia piel este horror.
