Hoy proponemos descubrir la Cracovia judía. Una de las zonas con identidad propia de la ciudad que sorprende a todos los que la visitan. Está conformada por el barrio judío de Kazimierz, el gueto judío de Podgórze y la fábrica de Oskar Schidler. La mejor manera de conocer estos sitios es adentrándose en sus calles, plazas, sinagogas, rincones, e incluso, cementerios.
Os proponemos un itinerario repleto de historia y emociones. Empezamos por la calle Szeroka, en las inmediaciones de la Sinagoga Vieja. Desde aquí recorremos todo Kazimierz dirección sur para atravesar el río Vístula hasta llegar a Podgorze -lugar donde estaba el gueto judío-. Y terminaremos la ruta en la fábrica de Oskar Schidler, hoy en día convertida en museo.

3 lugares que nos muestran la Cracovia judía
1/ Kazimier
Kazimierz es el barrio judío en Cracovia, con historia y alma propia. Después del barrio judío de Praga, es el segundo conjunto de monumentos judíos más grande y valioso de Europa. El barrio se creó como una ciudad aparte –a las afueras de Cracovia- en el siglo XIV bajo el mandato del rey Casimiro el Grande; de ahí su nombre. Durante siglos ha sido el centro de la comunidad hebrea hasta la ocupación nazi. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, el barrio cayó en decadencia y abandono, pasando desapercibido para los viajeros hasta estos últimos años.

A principio de los noventa, en Kazimierz se grabaron la mayoría de escenas de la película “La lista de Schindler” de Steven Spielberg. Lo que supuso una gran repercusión sobre el barrio. Hoy en día se puede considerar, con su aire bohemio, una de las zonas más animadas y con más vida de Cracovia. Su oferta cultural, de ocio y entretenimiento es todo un referente en Polonia.

Calle Szeroka
Esta calle se considera el epicentro del barrio judío en Cracovia. Su nombre se traduce como la “calle ancha”; y es que parece más una plaza que una calle. Siempre suele estar transitada por lugareños y visitantes. Antiguamente había 4 sinagogas en esta plaza. De las cuales en la actualidad sólo quedan 3: la sinagoga Vieja, la sinagoga Popper y la sinagoga Remuh. Sólo esta última está abierta al culto; las otras dos funcionan como museo y centro cultural juvenil.

Cabe reseñar que, la belleza de Szeroka no queda del todo exaltada. Ya que, al ser una calle tan ancha, hace función de parking y siempre está llena de vehículos aparcados.
En la parte norte de la calle hay una recreación de varios negocios hebreros de antes de la II Guerra Mundial. Suele ser un lugar donde se para el viajero para fotografiarse. ¡Así que ya sabéis!

En uno de los lados de la plaza, al lado de la entrada a sinagoga Remuh está la estatua de Jan Karski. Fue un diplomático polaco que pertenecía al movimiento de Resistencia durante la ocupación alemana. Karski se encargó de difundir al mundo las barbaries de los nazis en los guetos y los campos de concentración.

En la película “la lista de Schidler” aparecen unas imágenes de la calle Szeroka, pero desempeñando el papel que se hacía en la plaza Zgody del gueto de Cracovia. Y es que, muchas escenas de la película que se cree que son del gueto, realmente se rodaron en el barrio de Kazimierz. Más adelante seguiremos descubriendo más lugares que aparecen en la película.

Sinagoga Remuh y el cementerio judío
Se construyó en el siglo XVI en estilo renacentista y es de las pocas sinagogas de Kazimierz que están abiertas al culto hoy en día. Aunque es la más pequeña del barrio judío en Cracovia, es considerada por muchos una de las más bellas.

Justamente al lado está el antiguo cementerio judío. Todas las tumbas corresponden a gente fallecida antes de la ocupación alemana. La tumba del rabino Remu Moisés Isserles es la que más visitas recibe, ya que, es considerada un lugar de peregrinación para judíos de todo el mundo. Además, es fácil ver a judíos ortodoxos merodear por la sinagoga y el cementerio, con sus característicos tirabuzones, barbas y vestimentas.

Una de las curiosidades que se despierta cuando entras al cementerio judío, es ver todas las tumbas repletas de piedras. Y es en que la tradición hebrea, los judíos colocan piedras sobre las tumbas en señal de honrar y recuerdo eterno del fallecido.

Sinagoga Vieja
En el número 24 de la calle Szeroka está la Sinagoga Vieja. Es considerada la sinagoga más antigua de Polonia. Sus inicios se remontan al siglo XV, cuando fue construida por judíos checos. Es un claro ejemplo de arquitectura sacra judía más importante de Europa. Pero tras la guerra perdió casi todo su patrimonio.

Lo que podemos ver hoy en día es una reconstrucción, pero alberga el interesante Museo de la Cultura Judía. Una oportunidad para conocer el culto, las costumbres y festividades hebreas. De todos sus tesoros, conserva el Arón Ha-Kodesh -un armario en el que se guardan los rollos de la Torá- del siglo XVI. También se puede ver la Bimá reconstruida -altar en el que se lee la Torá-, o el receptáculo de la mezuzá barroco, entre objetos utilizados en el culto religioso o de uso diario de los judíos.

Calle Jozéfa
Después de visitar la Sinagoga Vieja, nos adentramos en la calle Jozéfa. Está al sur de la calle Szeroka dirección oeste en pleno corazón del barrio judío en Cracovia. Sus edificios en estado descuidado, la gente que camina sin rumbo aparente (sólo disfrutando del lugar), sus comercios “de toda la vida” , sus restaurantes de estilo bohemio,… hacen que la calle Jozéfa respire un aire auténtico que seduce al viajero.
En el número 13 de esta calle encontramos la casa donde vivió Helena Rubistein. Quien fuese una de las pioneras e icono de la cosmética, nació en el seno de una familia judía polaca. A la edad temprana de los 20 años se mudó a Australia, donde años más tarde, empezaría a desarrollar su actividad empresarial.

Cerca de la casa de Rubistein, se encuentra el mural histórico de Kazimierz obra de Piotr Janowczyk. Se trata de 5 retratos de personalidades históricas polacas que han tenido, de algún modo, relación con Kazimierz: la propia Helena Rubistein, al emperador José de Habsburgo, el arquitecto de Cracovia Karol Knaus, el rey Casimiro el Grande y, la última pintura, Esterka (la amante del rey Casimiro).

En el número 12 hay un pequeño callejón que nos conduce al patio interior donde se filmó una de las escenas más conocidas de “La lista de Schindler”. En la que se ve a los nazis desalojando el edificio y tirando las pertenencias de los judíos al medio de la calle desde los balcones.

Plaza Nowy
La plaza Nueva está en pleno centro de Kazimierz. El estilo bohemio y alternativo que ha tomado el barrio judío en las últimas décadas se ve reflejado en esta plaza. En el centro de la misma se levanta una enorme glorieta de ladrillo rojo, conocida como Okraglak. Se trata de un pabellón de ventas construido en el año 1900. Y durante la primera mitad del siglo XX funcionó como matadero de aves de corral que cumplía con los requisitos de la comida kosher. Pero con la ocupación del Tercer Reich Alemán fue clausurado y cerrado.
En la actualidad, en su lugar, hay numerosos puestos de comida que preparan las «zapienkankas». Es una receta típica polaca en la que se cubre una baguete de queso, jamón y vegetales. Muchos lo denominan el “panini polaco”. ¡Toda una exquisitez de comida callejera!

A escasos metros de la plaza está la sinagoga Isaac. Fue construida en el siglo XVII bajo el mecenazgo de Isaac Jakubowicz, un poderoso comerciante y banquero de la época. Durante la ocupación nazi fue de las pocas sinagogas que se destruyó en el barrio de Kazimierz. Fue reconstruida poco a poco, y hoy en día funciona como museo. Además, tiene la peculiaridad de tener una pequeña tienda donde comprar alimentos kosher.

Basílica del Corpus Cristi
En el barrio judío en Cracovia hay una pequeña zona cristiana. Testimonio de ello es la basílica del Corpus Cristi -una de las iglesias más grandes de Cracovia-. Sus inicios se remontan a los tiempos de Casimiro el Grande, pero no fue hasta el siglo XV cuando empezó a adoptar su forma actual. Esta imponente basílica reúne diferentes estilos arquitectónicos. Su exterior es de estilo gótico tardío, el campanario es renacentista, y el interior entremezcla el gótico y el barroco. En contraste con su característico ladrillo rojo del exterior, el interior se levantó con sillería. Creando un ambiente monacal y de recogimiento que el lugar requiere.
En su dorado altar mayor destaca el retablo “El Nacimiento de Jesús” de Tommaso Dolabella, del siglo XVII. También resalta la sillería del presbiterio esculpida a mano en el siglo XVII. La basílica se encuentra en la calle Božego Ciala, a escasos metros de la calle Jozéfa. Su entrada es gratuita, y se accede a través del jardín que la rodea.

2/ Podgórze, gueto de Cracovia
Cruzamos el río Vístula por el puente peatonal del Padre Bernatek y llegamos a Podgórze, dejando atrás el barrio judío. En Podgórze estuvo el gueto judío de Cracovia durante la ocupación nazi. Mucha gente confunde el barrio judío de Kazimierz con el gueto judío; y es que no son los mismos lugares. El gueto de Cracovia se estableció en marzo de 1941, y trasladaron a este emplazamiento a todos los judíos de Cracovia. Un año más tarde empezaron las deportaciones a los campos de concentración, y en marzo de 1943 se cerró definitivamente el gueto.

En algunas partes de Podgórze todavía se conservan restos del muro que delimitaba gueto. Éstos se pueden ver en la calle Lwowska, 25 y en la calle Limanowskiego, 62. La parte superior del muro tenía forma de lápida. Y es que, los nazis intentaban en todo momento ridiculizar y humillar a los judíos. El barrio de Podgórze tiene más una importancia histórica, que realmente un valor turístico. Los lugares más simbólicos son la plaza de los Héroes del Gueto, la Farmacia del Águila y la fábrica de Oskar Schidler.

Plaza de los Héroes del Gueto (Bohaterów getta)
Esta plaza del barrio judío en Cracovia tuvo su repercusión histórica durante la ocupación alemana. Era la plaza principal del gueto, donde se seleccionaba a los judíos que eran enviados a los campos de concentración. Hoy en día se concibe como un memorial a las víctimas del Holocausto.
Toda la plaza está repleta de sillas de hierro, que recuerdan a aquellas personas que abandonaron sus hogares y posesiones para ser llevados a campos de concentración y exterminio. Dicho memorial fue donado por el cineasta polaco Roman Polanski. Ya que, él mismo sobrevivió en este gueto cuando era niño. Muestra de su dura infancia se ve reflejada en su película “El Pianista”.

Farmacia del Águila (Apteka pod Orlem)
En una de las esquinas al sur de la plaza Bohaterów getta encontramos esta farmacia. Su importancia en la Cracovia judía fue clave durante la ocupación alemana, ya que, fue la única que estuvo abierta dentro del gueto. Su propietario, el polaco Tadeusz Pankiewicz, vivió y trabajó voluntariamente en el gueto ayudando a la población judía.
Estuvo abierta hasta el año 1967, pero años más tarde abrió como museo. Su exposición cuenta la importancia de la farmacia dentro del gueto, y en ella se pueden conocer los sobrecogedores testimonios de algunos judíos. Al igual que a Schidler, a Pankiewicz, el gobierno de Israel le reconoció su labor y le nombró “Justo entre las Naciones”.

3/ Fábrica de Oskar Schindler
Nuestro itinerario por la Cracovia judía termina en la fábrica de Oskar Schindler. Fue una factoría de producir menaje y cacharros de cocina; y la adquirió el empresario alemán y miembro del partido nazi, Oskar Schidler, durante la ocupación alemana. El cual, aprovechando la mano de obra barata de los judíos, ayudó a cientos de ellos a salvar sus vidas.

En la actualidad la fábrica funciona como museo y centro de interpretación. Su exposición permanente titulada “Cracovia – el tiempo de la ocupación 1939 – 1945”, narra los acontecimientos que se dieron en Cracovia durante esos años y la historia de Oskar Schidler. Cuenta con 45 salas tematizadas y acondicionadas que permiten al visitante conocer su pasado de una manera interactiva y didáctica. Ya que, a diferencia de otros museos, aquí se pueden tocar y manipular los objetos expuestos.

De todas las salas de la exposición resalta el despacho de su contable y el despacho del propio Schidler. En él, está el “Arca de los Salvados”, un monumento simbólico hecho con utensilios de cocina –que eran los productos que allí fabricaban- y en su interior los nombres de los más de 1200 judíos que allí trabajaron y se salvaron de ir a los campos de exterminio.
Para visitar la fábrica de Schidler hay que comprar las entradas con antelación por internet o en la oficina de turismo que hay en el centro de Cracovia. Ya que, en el mismo museo no venden las entradas.

¿QUIÉN FUE OSKAR SCHIDLER?
Su figura es mundialmente conocida gracias a la película “La lista de Schidler” del director Steven Spielberg. Oskar Schidler fue un empresario alemán y miembro del Partido Nazi. Tras la invasión de Polonia por el III Reich alemán, Schidler compró una empresa de esmaltados en Cracovia. Al adquirirla pasó a llamarse la Deutsche Emailwarenfabrik (Fábrica Alemana de Esmaltados), donde producía menaje de cocina. Llegó a emplear a más de 1700 trabajadores, de los cuales unos 1200 eran judíos. Durante la guerra, también fabricaron armamento, munición y diferentes útiles de campaña bélica para los alemanes.

En un principio, su motivación era simplemente económica, pero al darse cuenta que empleando a judíos les salvaba la vida, empezó a hacerlo de manera masiva con la única intención de que no fuesen deportados y enviados a los campos de exterminio. A muchos los llegó a emplear sin que realmente lo necesitara. Por dichos actos, el estado de Israel le nombró “Justo entre las Naciones”; título que se concede a aquellas personas de confesión no judía que ayudaron de manera altruista a las víctimas de la persecución nazi.

Tras la guerra y gastar toda su fortuna sobornando a los alemanes -para que sus trabajadores no fuesen deportados a los campos de exterminio-, cayó en bancarrota y pudo sobrevivir gracias a las ayudas de los judíos que él había salvado durante el Holocausto. Falleció en el año 1974 y fue enterrado en un cementerio cristiano en el Monte de Sion en Jerusalén.
