Los ladrillos de las fachadas de sus casas, le han valido a Toulouse para ganarse el sobrenombre de la “ciudad rosa”. Es la capital de la región de Occitania y es la cuarta ciudad más poblada de Francia, por detrás de París, Marsella y Lyon. Y las mejores cosas que ver en Toulouse se descubren al caminar por sus calles.
Al adentrarse en ellas, sorprende la belleza de sus edificios, la amabilidad de su gente y la amplia y exquisita oferta gastronómica. Una serie de aspectos que hacen de Toulouse un destino perfecto para pasar un fin de semana. En este post os sugiero nuestro itinerario de un día por el centro de Toulouse para conocer sus principales atractivos

Empezamos la jornada desayunando en Le Morice Maurice. Pese a que su exterior y apariencia pasa desapercibido, no nos debe de llevar a engaño; ya que, esta panadería tiene una variada y excelente repostería francesa. Se encuentra en la rue de la Concorde –a escasos metros al norte del boulevard d’Arcole-. De su mostrador, son toda una tentación los croissants, las tartaletas de melocotón o las milhojas.

1/ Basílica de Saint-Sernin
Con las pilas cargadas, empezamos conociendo Toulouse con la visita a la basílica de Saint-Sernin. Es la segunda iglesia de estilo románico más grande de Francia. Su torre campanario en forma octogonal es uno de los edificios más característicos de Toulouse. Está erigida en honor a San Saturnino de Tolosa -también conocido como San Sernin-.

2/ Rue du Taur y martirio de San Sernin
San Sernin es considerado el primer obispo de Toulouse. Fue un misionero romano que predicó en las Galias en el siglo III y sufrió un martirio por parte de los paganos. Cuenta la leyenda que, San Sernin fue atado a un toro y llevado a rastras desde el Capitolio hasta las afueras de la ciudad. Su cuerpo quedó completamente destrozado y donde paró el toro, fue enterrado San Sernin en una fosa.
Un siglo más tarde, fueron descubiertos sus restos y allí mismo se construyó una capilla para reposar y venerar sus reliquias. Hoy en día, la calle por la que fue arrastrado San Sernin -que va desde el Capitolio hasta la basílica de San Sernin- se llama la rue du Taur (calle del Toro) en recuerdo a su martirio.

3/ Plaza del Capitolio
Uno de los lugares imprescindibles que ver en Toulouse es la plaza del Capitolio. Llegamos ella directamente por la rue du Taur. Esta enorme plaza se considera el centro de Toulouse y la preside de manera colosal el Ayuntamiento de la ciudad. Es conocido como el Capitole y ocupa todo un lateral de la plaza.

Una de las cosas que más me sorprendió de Toulouse se encuentra en esta misma plaza. Justamente, en el techo de las arcadas que hay en uno de sus laterales. Se trata de una serie de obras de arte que están colgadas del techo y hay que levantar la cabeza para admirarlas. Son 29 pinturas del artista Raymond Moretti y que tienen una temática común: Toulouse y su región. Hechos históricos de la ciudad, personajes, cultura o tradiciones de Toulouse son algunos de los temas representados en las pinturas.

Entre las pinturas sorprende ver un retrato del cantante argentino Carlos Gardel. Y es que para mi sorpresa, era de origen francés y nacido en Toulouse. Otra pintura que destaca es el homenaje a los inmigrantes españoles que acogió Toulouse durante la Guerra Civil Española. En dicha pintura está representada la fotografía Muerte de un Miliciano de Robert Capa combinada con una ilustración del Guernica de Picasso. Y es que, al conocer Toulouse nos percatamos que pese a que es una ciudad francesa, da la sensación de que estamos en casa.

4/ Convento de los Jacobinos
Saliendo de la plaza del Capitolio nos dirigimos a nuestra siguiente parada, el Convento de los Jacobinos. En sus inicios fue un convento de la Orden de los Hermanos Predicadores (en el siglo XIII). Como la gran mayoría de los edificios de Toulouse, está construido con ladrillo rojo y es un claro ejemplo del estilo gótico toulosano. El convento de los Jacobinos está formado por varias edificaciones y estancias: la iglesia, el claustro, la sala capitular, la capillade Saint-Antonin y el refectorio.

Es considerada una joya del arte medieval, y la iglesia tiene la particularidad que es de doble nave y está dividida por una serie de columnas. La última columna soporta todo el peso de la bóveda, a través de 22 nervaduras a 28 metros del suelo. Esto es toda una heroicidad de la arquitectura gótica. Dicha columna se le conoce popularmente como “la palmera”.
La entrada a la iglesia (y admirar la “palmera”) es gratuita, mientras que para el resto del convento es preciso adquirir entrada. Podéis consultar más información sobre esta belleza arquitectónica en su página web.

5/ ¡Llega la hora de comer!
El reclamo gastronómico de referencia en Toulouse es el mercado de Victor Hugo. Sus puestos de pescado, charcutería, verduras y panaderías se convierten a mediodía en espacios gastronómicos para degustar sus ricos productos de la región de Occitania (quesos, mariscos, foies, carnes,…) acompañados con una copa de vino francés.
Si nos quedamos con más apetito, la segunda planta del mercado aloja diversos restaurantes bulliciosos que preparan platos típicos de la región. De todos los que hay, destacan Au bon Graillou y Le Louchebem. Nosotros fuimos a éste último y degustamos la cassoulet de Toulouse. Un plato hipercalórico y consistente, hecho con alubias blancas, confite de pato y salchicha de Toulouse.

Uno los productos más venerados en Francia son los quesos. Frente al mercado de Victor Hugo está la Fromagerie Xavier. Es toda una eminencia en el mundo de los quesos y nos propone un viaje por Francia a través de sus fromages. De la enorme variedad que tienen, se distinguen las bandejas preparadas de quesos para raclettes y fondues, o su especialidad, el coffret pavé Toulousain. Un queso de autor en forma de cubo y, de sabor y aroma intenso. Nosotros nos decantamos por el queso Mont d’Or. Que tras calentarlo un poco en el horno, está buenísimo para mojar con patatas o con tostas.

6/ Catedral de Toulouse
Una vez comidos y con las pilas recargadas, toca seguir callejeando y conociendo Toulouse. Desde el mercado Victor Hugo fuimos dirección sur por la rue Boulbonne hasta la catedral de Saint-Étienne. De todas las catedrales que he visitado hasta el momento es ésta la que más sorpresa y desconcierto me ha causado. Aunque es normal ver catedrales que entremezclan varios estilos arquitectónicos, ésta es completamente diferente a todas.

Algunos estudiosos califican la catedral de Toulouse como insólita, ecléctica o compleja. Y es que, da la sensación que sean dos iglesias juntas. Accediendo por la entrada principal se entra a la nave Raymondine, es una amplia nave única de estilo gótico temprano. La segunda parte de la catedral es más amplia y tiene un estilo gótico más recargado y decorado. Cuenta con un amplio coro revestido de madera noble.

7/ Rue de Metz
Continuamos nuestro tour por la amplia Rue de Metz dirección al río Garona. Esta arteria principal atraviesa el sur del centro de Toulouse. De Metz está repleta de bellos edificios; un claro ejemplo es el Hôtel d’Assezat. Se trata de un edificio renacentista que alberga la fundación Bemberg. La cual tiene una exposición de arte, centrada en pintura desde el siglo XV hasta principios del siglo XX.

8/ Río Garona y los puentes que ver en Toulouse
Nos asomamos al río Garona desde el puente Nuevo (pont Neuf). Pese a que su nombre nos intuya que puede ser nuevo, es el puente más antiguo de Toulouse. Sus características aperturas sobre los pilares que hay entre los arcos se diseñaron para soportar las fuertes crecidas del río.
El río Garona nace en los Pirineos (en el valle de Arán) y discurre principalmente por Francia. Desemboca en el océano Atlántico en las cercanías de Burdeos. En Toulouse hay cinco puentes que lo cruzan: puente de St. Pierre, puente de los Catalanes, puente Nuevo, puente Saint-Michel y puente de Blagnac.

9/ Basílica de la Daurade
Seguimos con nuestro recorrido al lado del río Garona dirección norte -entre el puente Saint Pierre y el puente Nuevo-. Y justamente entre estos dos puentes está la basílica Notre Dame la Daurade. En sus orígenes fue un templo pagano, posteriormente un monasterio benedictino y hoy en día es un templo católico consagrado a la Virgen Negra.
El nombre de “dorada” le viene por uno de sus mantos que está confeccionado con pan de oro. La Virgen Negra es considerada la protectora de la ciudad y es venerada con fervor por los tolosanos. Del interior de la basílica, también destacan los enormes retablos dedicados a los cuatro evangelistas.

10/ Puente Saint-Pierre
Bajamos por las escaleras que hay al lado de la basílica, para llegar a la plaza La Daurade. Desde aquí se tienen unas vistas privilegiadas del río Garona. Continuamos por el paseo peatonal que hay junto al Garona hasta llegar al puente Saint-Pierre. En este punto finalizamos nuestro recorrido de un día por Toulouse.
