A mis compañeras de viaje Cris, Estela, Bea, Gemma y Paula
Una ruta por la Selva Negra es la mejor opción para conocer una de las regiones más bonitas de Europa. Se encuentra al suroeste de Alemania, en el estado federado de Baden-Württemberg.
Envuelta de frondosos bosques, cristalinos ríos, hermosos pueblos y bellos paisajes, la Selva Negra es uno de los lugares más visitados de Alemania. La mejor manera de recorrerla es en coche. Un road trip por sus principales atractivos, ya que, hay poca distancia entre los encantos turísticos de la zona, y así, aprovechar bien el tiempo.

Nuestros imprescindibles de esta ruta por la Selva Negra son estos 6 lugares: Friburgo de Brisgovia, el lago Titisee, Triberg, Schiltach, Gengenbach y Baden-Baden. Para conocer todos estos sitios hemos estado tres días. Nos hospedamos en el hotel Holiday Inn Express de Baden-Baden. Que tiene una excelente comunicación con la salida sur de la ciudad hacía todos los pueblos.

1/ Friburgo de Brisgovia
La primera parada de esta ruta por la Selva Negra es Friburgo. Ubicada en el corazón de la región, tiene un bello casco histórico, repleto de plazas, callejuelas y riachuelos. Su barrio central se le conoce como Altstadt, y se divide en dos sectores: Altstadt-Ring y Altstadt-Mitte. Siendo este último el que alberga la mayoría de edificios históricos.
Sobre la ciudad destaca su catedral, todo un símbolo de Friburgo. Su construcción duró más de 300 años y es de estilo gótico. Su hermosa fachada es testimonio del ajetreado y colorido Mercado de la Catedral. El cual tiene lugar a diario, excepto los domingos.

De todos los edificios que rodean la plaza de la catedral, destaca el Almacén Histórico. Un característico edificio de color rojizo, que data del siglo XVI. Fue construido para inspeccionar las mercancías que iban a ser vendidas en Friburgo y se establecía que impuestos debían de pagar. En la fachada del edifico se distinguen cinco estatuas, entre las cuales están representados los reyes Felipe el Hermoso y Carlos V.

El centro de Friburgo está delimitado por la Puerta de los Suabos y la Puerta de Martín. En tiempos medievales había 5 torres, pero después de guerras sólo quedan dos en pie. Junto con la Catedral conforman el skyline de la ciudad.
Como hemos comentado, Friburgo está repleto de riachuelos y pequeños canales que aparecen entre sus empedradas calles. Por lo que, aconsejo dedicar una mañana a recorrerlo descubriendo los numerosos rincones del céntrico barrio de Altstadt.

2/ Lago Titisee
El lago Titisee está a unos 30 kilómetros al sureste de Friburgo y está rodeado abundante naturaleza. Junto con Baden-Baden, el lago Titisee es uno de los destinos vacacionales más importantes al sur de Alemania.
En el lago se pueden realizar actividades acuáticas, como paseos en barca o kayak. Pero debido a la época del año que hemos ido, la verdad que no apetecía mucho. Otro de los atractivos del lugar son las numerosas tiendas y restaurantes que hay a su alrededor.
Una vez visitado el lago, nos pusimos rumbo a Triberg adentrándonos por las carreteras de la Selva Negra, donde disfrutamos de su bello paisaje cargado de frondosos bosques y plantaciones de viñedo. Cogimos la carretera Bundesstrasse 500, ya que, ofrece unas vistas únicas del paisaje, adentrándonos por su cargada naturaleza.

3/ Triberbg, uno de los encantos de esta ruta por la Selva Negra
Este pueblo de la Selva Negra no tiene en sí un encanto especial, pero nos vino de paso desde lago Titisee a Baden Baden. Eso sí, tiene dos atractivos turísticos que no nos podíamos perder: las cascadas de Triberg (Triberger Wasserfӓlle) y el reloj de cucú más grande del mundo.
Varios medios de comunicación y blogs anuncian estas cascadas como las más altas de Alemania. Pero realmente ocupan el noveno lugar. Lo cual no merecen menosprecio, ya que, están envueltas de una exuberante naturaleza. Tienen una caída de más de 160 metros con unos 7 saltos de agua.
Para visitar las cascadas se pueden dedicar unas 2-3 horas, ya que hay numerosos senderos que las envuelven y se pueden hacer rutas de senderismo. Para poder verlas hay que pagar unos 3 €, pero realmente vale la pena.

El reloj de cucú más grande del mundo está a las afueras de Triberg, propiedad de la relojería Eble uhren park. Si se quiere visitar, se debe hacer en coche ya que está a las afueras de la ciudad, y caminando podemos tardar casi una hora, mientras que en coche está a 5 minutos del centro.
En la calle principal de Triberg -que va en paralelo con el río Gutach y cruza todo el pueblo- encontramos varias tiendas especializadas en los relojes de cucú, como es la casa de los 1000 relojes. Todo un espectáculo de artesanía alemana.

4/ Schiltach
Una de las sorpresas de la Selva Negra ha sido el pueblo de Schiltach. Conserva un maravilloso centro histórico de estilo medieval y repleto de casas típicas alemanas- con sus característicos entramados de madera-. En la Marktplatz (plaza del mercado) encontramos el bello edificio del Rathaus (Ayuntamiento) y el museo de la farmacia. La fachada del Rathaus, que data del siglo XVI, está pintada con elementos característicos y representativos de la región.

Durante siglos, la principal actividad económica de Schiltach y del valle de Kinzig ha sido el tráfico comercial de madera. Con maderadas (balsas de madera) transportaban los troncos. Un ejemplo de la importancia de la industria maderada es el Schüttesägemuseum (museo de balsas y costumbres) ubicado dentro de un edificio de contención y drenaje de agua a orillas del río Kinzig.

5/ Gengenbach
De todos los lugares que hemos visitado en este road trip, podríamos considerar a Gengenbach como “la guinda del pastel”. Al más puro estilo de los cuentos de los hermanos Grimm, es uno de los pueblos con más encanto de la Selva Negra.
Nos dejamos el coche en el parking que hay junto al río Kinzig para acceder a pie a su centro histórico por sus calles empedradas. Sus 2 principales calles son Hauptstrasse y Victor-Kretz-strasse. Aunque hay que adentrase en sus calles colindantes y descubrir estrechos callejones y hermosos rincones.

Estas dos calles se juntan en la Markplatzbrunnen. Siendo la principal plaza del Gengenbach. Su centro está presidido por el Ayuntamiento. El cual se transforma en el Calendario de Adviento más grande del mundo con sus 24 ventanas que dan la cuenta atrás para las Navidades.
Para los cinéfilos mencionar que Gengenbach aparece en varias escenas de la película «Charlie y la Fábrica de Chocolate».

6/ Baden Baden
Es considerado uno de los destinos de vacaciones preferidos por los alemanes. Y es que gracias a sus baños termales ha ido adquiriendo popularidad desde el siglo XIX hasta la actualidad. Asimismo, se complementa con un amplio abanico de actividades lúdicas, culturales y de entretenimiento. Junto a Múnich es de las ciudades más bellas del sur de Alemania.
Para nuestra ruta por la Selva Negra, Baden Baden ha sido nuestro centro de operaciones. Nos hospedamos en esa ciudad ya que tiene una excelente comunicación con toda la Selva Negra y con la vecina región francesa de Alsacia.
Baden Baden es una ciudad para adentrarse en sus calles peatonales, hermosos parques y jardines, y admirar sus refinados edificios. Como curiosidad, de las alcantarillas se pueden ver los vapores que emanan, debido a las aguas termales que recorren todo el centro histórico.
También es conocida por su Ópera. Siendo de este género musical el edificio más grande toda Alemania; y además, tiene una amplia programación de primer nivel.

Uno de los reclamos turísticos más importantes de Baden Baden es su Casino (Kurhaus). Para los que no somos aficionados al juego, organiza visitas guiadas todas las mañanas. Vale la pena adentrarse en sus salones y conocer uno de los casinos más bonitos del mundo. Decorado al más puro estilo Luis XVI, parece que estemos en el mismo Palacio de Versalles.

Justamente al lado del Casino está el Trinkhalle. Una enorme galería de estilo neoclásico abierta a un enorme jardín. En sus paredes hay 14 frescos que representan leyendas de la Selva Negra.

A las afueras de Baden Baden está la cumbre del Merkur. Su nombre se atribuye a Mercurio, antiguo dios romano del comercio. Para subir a su cima se puede hacer por rutas de senderismo o cogiendo el funicular de Merkur, desde las afueras de Baden Baden. Una vez en la cima se pueden contemplar unas espectaculares vistas de la ciudad y la Selva Negra.

7/ Un poco de relax en esta ruta por la Selva Negra
Durante los viajes, siempre aprovechamos para tener una tarde de relax. En Japón fuimos a un onzen, en Marrakech a un hammam, en Budapest a los baños termales públicos, en Estambul a un baño turco,… y ahora tocaba probar las conocidas aguas termales de la Selva Negra.
Para la ocasión nos decantamos por los populares baños termales de Caracalla. Y es que, este wellness center es el lugar perfecto para relajarse y reponer fuerzas durante el viaje. ¡Lo mejor de todas sus instalaciones es su piscina exterior! Sus precios van en función del tiempo que queramos estar. A nosotros pasar la tarde nos salió por unos 19 €. Es necesario llevar ropa de baño, chanclas y toalla.
