Skaftafell es la joya del Parque Nacional del Vatnajökull y el epicentro de sus actividades turísticas y deportivas. Aquí la naturaleza del país del fuego y el hielo está constantemente dando forma y creando un paisaje notablemente vivo.

El Parque Nacional del Vatnajökull se creó en el año 2008, cuando se juntaron los antiguos parques nacionales de los glaciares de Skaftafell en el sureste del país, y de Jökulsárgljüfur en el noreste. En la actualidad, su tamaño ocupa un 14 % de la superficie de toda Islandia con más de 14 km2 y es uno de los parques nacionales más grandes de Europa. Desde el año 2019 es Patrimonio Mundial de la Unesco.

Llegamos a las faldas del Vatnajökull el día anterior y nos hospedamos en el hotel Skaftafell. Un modesto alojamiento con pocos lujos. Pero situado muy cerca de todos los atractivos del lugar. Incluso caminando unos 10 minutos por la parte trasera del hotel se llega a la lengua del glaciar Svínafellsjökull.

Svartifoss
Para evitar aglomeraciones de gente, sobre las 8:00 h. de la mañana fuimos a Svartifoss, la “catarata negra”. Partiendo desde el centro de visitantes de Skaftafell realizamos un paseo por el sendero S2 – S6 de unos 20 minutos hasta llegar a los pies de la misma cascada.

Un frondoso y verde paisaje nos acompañó durante esta agradable caminata de unos 2 kilómetros. Sin ninguna duda, Svartifoss es la cascada más fotografiada de Islandia y, para nuestro gusto, la más bella y peculiar. Las enormes columnas de basalto geométricas son las guardianas de este bello salto de agua.

Las formas de las columnas es toda una fantasía de la naturaleza; que se crea cuando la lava o el magma se enfrían y la contracción de la roca se divide en columnas de seis lados.

Excursión por el glaciar en Skaftafell
Una de las actividades más sorprendentes que hacer en Skaftafell es un trekking por la lengua del glaciar. Hay muchas empresas que ofrecen esta actividad. Nosotros contratamos la excursión con Troll Expeditions, a través de Civitatis. Sinceramente el trato no fue el esperado.
Sobre el mediodía quedamos en el punto de encuentro indicado y, desde ahí fuimos a los pies de la lengua del glaciar Kvíárjökull; que fluye por el sur de Óræfajökull. Es el glaciar más meridional del Parque Nacional de Vatnajökull. A diferencia de otros glaciares de la zona, éste goza de un majestuoso entorno debido a las grandes morrenas que lo flanquean.

Nos atamos los crampones y empezamos a caminar sobre el glaciar. En los primeros pasos el hielo oscurecido por la tierra iba cambiando poco a poco al blanco más puro. Avanzábamos por el soberbio paisaje y el silencio embriaga el lugar. Uno se siente insignificante ante tal magnificencia. Montañas de hielo escarpado nos rodeaban. En el trekking pudimos admirar pequeñas cascadas y bolsas de musgo (lo que se conoce como “ratones glaciares”).

Durante toda la excursión fuimos acompañados por un monitor que no levantaba muchas simpatías. Pero aun así esta actividad siempre hay que hacerla con un experto y con el equipamiento correcto. Bajo ningún concepto se debe de hacer por libre. Los glaciares están repletos de fisuras y son peligrosos.
Uno de los atractivos del Parque Nacional de Vatnajökull son las cuevas de hielo. Pero no pudimos verlas porque las más accesibles sólo se pueden visitar en los meses de invierno. En verano por el deshielo se vuelven inestables y peligrosas.

Laguna Glacial de Jökulsárlón
Desde Skaftafell pusimos rumbo a Jökulsárlón siguiendo la Ring Road. Durante 60 kilómetros los glaciares y las montañas se alinean frente la carretera. Éramos testigos del paisaje más característico y ensimismado de Islandia.

Una hermosa tarde se abría en la laguna glaciar de Jökulsárlón. Sin apenas desviarse de la carretera, pudimos aparcar el coche para acceder a pie a la orilla de Jökulsárlón. Tras esquivar unos pequeños montículos de tierra aparecía ante nosotros la sorprendente laguna del glaciar. Permanecíamos inmóviles mientras nuestras pupilas disfrutaban de tal espectáculo de la naturaleza.

Las imponentes rocas de hielo se desprenden del Breiðamerkurjökull, una lengua del glacial Vatnajökull. Los icebergs vagan por la laguna de manera silenciosa, como si el tiempo se detuviese. Los hay de todos los tamaños. Algunos témpanos pueden estar en la laguna hasta 5 años, para luego enlazar el río Jökulsá.

Diamond beach
Poníamos el broche de oro a este soleado y fresco día en la playa de los Diamantes. El río Jökulsá –el más corto de Islandia- conduce los témpanos de hielo e icebergs desde la laguna hasta el mar abierto. Algunos restos de hielo descansan sobre la arena negra de la playa pareciendo diamantes. De ahí el nombre en el que los viajeros han bautizado a esta playa.

Höfn
Llegábamos a Höfn bien entrada la tarde. Este poblado pesquero del sur de Islandia es el lugar idóneo para hacer noche en cualquier road trip por toda la Ring Road. Además, tiene una oferta gastronómica excelente. La mayoría de lugares gastro se concentran en la zona del puerto. Aquí el bocado estrella es el afamado bocadillo de langosta. Tras dejarnos aconsejar por los lugareños, nos decidimos por Hafnarbúðin. Un tipo de fast food con unos bocadillos cojonudos.
